En los últimos años la economía en los Estados Unidos ha estado pasando por un período de crisis financiera.
Muchos americanos se han visto afectados por esta situación económica que los obliga a obtener inmensas deudas, otros simplemente no supieron administrar sus ganancias y también se vieron envueltos en deudas incontrolables.
Para todas las personas que enfrentan actualmente una situación como esta, declararse en bancarrota es la solución perfecta para mejorar sus problemas económicos. La bancarrota es establecida bajo las leyes federales para eliminar según la corte federal, las deudas obtenidas.
En los Estados Unidos existen 6 tipos de bancarrota pero realmente las más utilizadas están bajo los capítulos 7, 11, 12 y 13. El capítulo 7 también es conocido como liquidación de deudas, el capítulo 11 como reorganización de bancarrota y el capítulo 12 cumple los mismos requisitos que el capítulo 13 pero está dirigido sólo a aquellos deudores que se dedican a la agricultura y a la pesca.
El término de bancarrota en los Estados Unidos tiene sus inicios en los años 1800, donde el Congreso Norteamericano dictó la primera ley sobre quiebras y sólo estaban autorizados a declararse en bancarrota los comerciantes, no podía existir la quiebra voluntaria por parte de cualquier deudor. Los deudores solo podían establecer la quiebra con 6 meses de antelación y tenían que cumplir obligatoriamente uno de los actos tratados en la ley de quiebra. Los 40 años posteriores al establecimiento de la ley, los Estados Unidos se mantuvieron sin legislación federal de bancarrota, los bienes materiales de los deudores eran manejados por los acreedores sobre las leyes de insolvencia en dependencia del estado donde surgiera el caso.
Debido a esta situación, los Estados Unidos de América sufrieron una crisis económica, por lo que en 1841 surge la nueva ley denominada “Ley Federal de Quiebras” cuyos orígenes estaban arraigados a las leyes en Gran Bretaña. Esta ley beneficiaba no sólo a los comerciantes, sino a todas aquellas personas con grandes deudas económicas que ahora podían establecerse voluntariamente en quiebra.
Esta ley fue derogada en 1843 debido a los continuos ataques de los acreedores que no estaban de acuerdo con ella. Luego de la Guerra Civil en 1867 surgió la tercera ley sobre la quiebra, donde continuaba el precedente de que cualquier comerciante y no comerciante tenía el derecho de declararse voluntariamente en bancarrota, hasta que en 1874 se estableció que para declararse en quiebra había que cometer algunos de los actos constituidos en la ley de bancarrota, a no ser que las propiedades de los deudores estuvieran por debajo del 30 por ciento de las deudas a pagar. En este mismo año surgió la reforma de que los deudores podían entenderse con los acreedores en una comisión judicial de deudas. En 1878 desapareció la ley de bancarrota establecida en 1867, donde se establecieron las viejas leyes estatales respecto a la bancarrota, hasta que en 1898 se dictó la nueva ley de bancarrota que es la que está en vigor actualmente en el país.
En el año 2005 empezaron a reaparecer nuevas reformas sobre la ley de bancarrota denominadas “Prevención del abuso de Bancarrota y Protección al Consumidor” (por sus siglas en English “BAPCPA”). Esta ley adiciona que los deudores tienen que demostrar la incapacidad total de pagar sus deudas ya que la información será verificada con más detalle y tendrán que asistir a cursos sobre el crédito y la economía.
La bancarrota esta codificada bajo las leyes federales en “Título 11” del congreso de los Estados Unidos. La Constitución del país establece en el Artículo número 1 que la bancarrota es un derecho legal de todos los ciudadanos americanos en cualquier estado que resida dentro de los EUA. Las quiebras están dirigidas por jueces especializados que pertenecen a las comisiones de bancarrotas en el Distrito Federal correspondiente.
EL capítulo 13 de bancarrota es conocido además como “salarios adquiridos” y es la solución práctica para muchas personas con problemas financieros. El capítulo 13 de bancarrota está definido como una estrategia de pagos declarada legalmente por la corte de bancarrota, permitiéndole pagar todas sus deudas en un largo período de tiempo sin correr el riesgo de perder las propiedades obtenidas en el transcurso de su vida y obtener un futuro mejor.
El capítulo 13 de bancarrota en Miami puede traer muchos beneficios para una persona que está en crisis económica, su mayor ventaja viene dada a partir de la eliminación de todas o muchas de sus deudas, además se incluyen:
El cliente junto con su abogado reúne toda la información necesaria para declararse en bancarrota. Es necesario que el cliente le proporcione al abogado todos los ingresos, propiedades y activos con los que cuenta, para así determinar a qué tipo de bancarrota pertenece. Luego se redacta el documento de bancarrota que incluye el plan de pagos del capítulo 13. El abogado presenta el caso a la corte federal de quiebras. El cliente debe estar preparado para presentarse a declarar a la corte, donde los acreedores junto al comisario harán preguntas para colaborar con toda la información presentada al juez. Luego el fideicomisario aprueba el caso y se establecen los pagos mensuales a los acreedores, que pueden ser deducibles directo del salario. En caso de no pagar a tiempo, la corte puede dar de baja al capítulo 13 y los acreedores tienen el derecho de hacerse cargo de sus propiedades.
Los acreedores no tienen jurisdicción sobre sus propiedades una vez comenzado el proceso de quiebra y los deudores no pueden donar ninguno de los bienes establecidos en la declaración de quiebra. Los comisarios encargados del caso también pueden cancelar algunas transferencias de dinero hechas por el deudor hasta un año antes de comenzar con el proceso, si se reconoce algún tipo de fraude.
Los abogados de bancarrota en Miami Florida cumplen un objetivo importante en el proceso de crisis financiera de muchas personas en Miami. En Gallardo Law Firm contamos con abogados de bancarrota que le ayudarán a recuperar sus finanzas. No tenga miedo a declararse en quiebra, pues es la mejor solución para mejorar su estado financiero. Es importante trabajar desde el principio con abogados puesto que ellos conocen las leyes de la Florida y los pueden guiar a restablecer su economía en el menor tiempo posible, logrando reducir sus deudas y mejorando la persecución de los acreedores.