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Un momento de descuido o un retraso en el mantenimiento pueden convertir una tranquila tarde de fin de semana en una pesadilla. Si tú o un familiar cercano han sufrido lesiones graves tras resbalar en el piso mojado de una piscina o tras casi ahogarse en sus aguas, tienen derecho a una compensación.
¿Sabías que los propietarios de estos espacios tienen la responsabilidad de mantenerlos protegidos? Administradores de hoteles, clubes, parques acuáticos e incluso dueños privados pueden ser hallados negligentes al descuidar la seguridad de la alberca y sus alrededores. Esto es especialmente cierto si las personas afectadas por el incidente presentan una demanda con la ayuda de Gallardo Law Firm y de nuestros abogados de accidentes de piscinas en Miami.
El clima cálido de esta ciudad invita a que residentes y visitantes pasen mucho tiempo en las piscinas, lo que desafortunadamente también aumenta las posibilidades de un accidente. Tan solo entre 2018 y 2020, 413 personas perdieron la vida en Florida por ahogamiento dentro de una alberca.
Los ahogamientos en piscinas representaron el 18.7% de todas las muertes accidentales en la región, situándola dentro de los tres estados con mayor incidencia, por encima de California y Texas. Aunque la cifra es alarmante, lo más preocupante es que 156 de esas víctimas eran niños menores de 5 años, lo que equivale al 22% de todas las muertes en ese grupo de edad.
Estas estadísticas determinan la severidad de las leyes que aplican en estos casos. Según la ley de responsabilidad civil de Florida, el dueño de la piscina donde ocurrió tu accidente puede ser o no responsable, dependiendo de si te encontrabas en el lugar como:
Los responsables más comunes en este tipo de situaciones pueden ser:
Los niños son especialmente vulnerables a sufrir lesiones en piscinas al no comprender los riesgos de nadar o jugar sin la supervisión de un adulto. Para protegerlos, incluso cuando entran a la alberca sin el permiso expreso del dueño, Florida estableció la llamada Ley de Seguridad de Piscinas Residenciales (RSPSA, por sus siglas en inglés).
La regulación, creada en el año 2000, indica que los propietarios de piscinas son responsables de crear y mantener un ambiente seguro que elimine las posibilidades de que un infante acceda a la misma cuando no hay una persona mayor presente. Para ello, deben contar con una cubierta, barreras de al menos cuatro pies alrededor del agua, entradas con mecanismos automáticos de cierre y alarmas en las puertas y ventanas con acceso al área de nado.
Si, desafortunadamente, alguno de los pequeños integrantes de tu familia sufrió un accidente como consecuencia del incumplimiento de algunas de estas importantes normas de protección, uno de los abogados de accidentes por ahogamiento de Gallardo puede ayudarte a obtener la justicia que mereces.
Tras un accidente en piscinas las lesiones más frecuentes suelen ser:
Del grado de severidad de estos problemas depende también el proceso legal que puedas iniciar en contra de los responsables y el monto de la compensación a la que puedas tener derecho. Un abogado de lesiones de piscinas en Miami, y en particular uno de los talentosos profesionales de Gallardo Law Firm, resulta un aliado vital a la hora de decidir cuál es la estrategia indicada.
Si tu accidente estuvo relacionado con alguno de los factores anteriormente mencionados, podrías tener base para presentar un reclamo. En este caso, uno de nuestros abogados de accidentes en piscinas puede ayudarte a recopilar pruebas que demuestren la negligencia del propietario. A continuación, te mostramos algunos elementos que pueden respaldar tu caso, como fotografías que evidencien:
Como ningún caso es enteramente similar a otro, no existe una solución única ni un cálculo directo en este sentido, pues el monto de la compensación que recibas depende de los factores más específicos de tu caso y de la gravedad de las secuelas que sufras. El resarcimiento también guarda estrecha relación con la capacidad de tu abogado de lesiones en piscinas de Miami para:
De manera general, la indemnización debe cubrir daños materiales como los gastos de tu tratamiento médico, tanto inmediatamente después del incidente, como el que recibes para recuperarte; los salarios que dejas de recibir si te ves obligado a ausentarte de tu trabajo; y la disminución de tu calidad de vida.
También abarca daños emocionales, como el dolor y el sufrimiento derivados de las lesiones y sus secuelas, el estrés, el miedo a volver a entrar en una piscina y las consecuencias de una discapacidad permanente o parálisis total. Ante una lamentable muerte por negligencia, los familiares de la víctima también pueden recibir un compensación que englobe gastos funerarios, pérdida de consorcio y de apoyo financiero.
Ante un accidente en la piscina, es normal que te sientas nervioso y abrumado y que no sepas exactamente qué hacer para proteger tus derechos desde todos los aspectos posibles: financieros, emocionales y físicos. Ciertos errores podrían influir negativamente en el éxito de tu caso si decides interponer una demanda, entre los más comunes podemos mencionarte:
Un problema crucial que debes evitar es el incumplimiento de los plazos de prescripción. Actuar con rapidez es fundamental para asegurarte de presentar tu reclamación dentro del tiempo que establece la ley.
En los casos de lesiones personales, el límite es de dos años a partir del accidente. Si se trata de una muerte por negligencia, los familiares disponen de 24 meses desde el fallecimiento para iniciar un proceso legal. Si la víctima del incidente es menor de edad, el plazo puede aumentar o disminuir para garantizar su protección.
Para ayudarte a cumplir con todos los requisitos legales, nuestros abogados de lesiones personales pueden asesorarte tras accidentes de piscina. Estamos a tu alcance, a la distancia de una llamada telefónica para agendar una primera cita en la que evaluaremos tu caso gratuitamente. Gracias a nuestro enfoque de tarifas de contingencia, tampoco deberás pagar nuestros servicios hasta que ganemos para ti la compensación que tanto mereces.